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En el puesto de trabajo, el empleado es un superhéroe de la ciberseguridad

Publicado el 09/03/2016, por INCIBE
En el puesto de trabajo, el empleado es un superhéroe de la ciberseguridad

Todo el mundo habla de ciberseguridad, no cabe duda que el tema está en el candelero. Es un asunto que afecta y preocupa tanto a las empresas como a los consumidores. Cada semana se publican noticias de brechas de seguridad en la que se filtran datos de empresas y que, en muchos casos, son datos de sus clientes robados por ciberdelincuentes. O bien nos contactan como «supuestos» clientes, por ejemplo con una factura falsa o con cupones de descuento, o bien suplantando la identidad de una empresa, de un proveedor o incluso de alguien que conocemos.

Seguro que recuerdas la brecha de seguridad de la empresa de contactos Ashley Madison y las que cada dos por tres afectan a los supermercados y a sus clientes en forma de falsos cupones de descuento, por no hablar de los correos que suplantaban a Movistar. No hay descanso, y eso que muchos fallos no salen a la luz. ¿Quién quiere admitir que ha sido atacado, o peor, engañado? Imagina despachos de abogados, dentistas, hoteles,… que por un descuido, «pierden» los datos de sus clientes y caen en manos de ciberdelincuentes. Definitivamente, no es bueno para la empresa.

No debemos caer en el error de pensar que solo las grandes corporaciones están en el punto de mira de los ciberdelincuentes, las pymes también tienen que estar preparadas (mira este artículo «El cibercrimen también te afecta» o este otro de El País «Pymes desnudas frente al ciberdelito» o este de Silicon Week «Las pymes concentran cerca de tres cuartas partes de los ataques de ciberdelincuencia»). Es una cuestión de economía: atacar a las pymes puede resultar más barato, sobre todo si no se protegen. Ya sabes, muchos pocos hacen un mucho. ¡Y pymes hay unas cuantas!

La información sobre nuestros clientes, ofertas, financiación,… es la base de nuestro negocio y no podemos permitirnos el lujo de perderlos. Nuestra reputación, e incluso nuestra supervivencia, están en juego. Aunque no se puede conseguir una seguridad total, tenemos que poner todos los medios para protegernos. Sin duda, para la empresa dotarse de ciberseguridad supone un factor diferencial, incluso si somos pymes. En este caso el tamaño no importa. Mejora nuestra imagen ante clientes y proveedores.

Como no podría ser de otra forma, no todo lo puede resolver la tecnología, el «factor humano» está detrás de muchos fallos de seguridad. Por este motivo, si invertimos la ecuación, tus empleados son la pieza más importante en este escenario, no sólo los técnicos informáticos, todos: los administrativos, los comerciales, los de logística, los operarios, los técnicos, los gestores… Si tus empleados aplican los doce «superpoderes» de la infografía tendrás en tus oficinas, laboratorios, almacenes,… en todas las dependencias de la empresa unos verdaderos adalides de la seguridad. ¿A qué esperas?

Y si aun así quieres saber más no olvides visitar la sección ¿qué te interesa? o sigue nuestro canal de Youtube para empresas.

En el puesto de trabajo  todos debemos ser  héroes de la seguridad.  Aplica tus  «SUPERPODERES».  Custodia celosamente la confidencialidad  de la información a la que tengas acceso  durante tu trabajo en la empresa. Está a tu  cargo.  Alerta con   diligencia a los responsables  ante cualquier incidente de seguridad  relacionado con el puesto de trabajo. A  tiempo todo tiene mejor pronóstico.  Resguarda el secreto de las contraseñas  de los ojos ajenos, no las apuntes en  ningún soporte   ni las compartas con  nadie. Son la llave de entrada a la  información de la empresa.  Defiende a capa y espada tu puesto de  trabajo. En tu ausencia bloquea la sesión.  Apaga el equipo al acabar la jornada  laboral. Nadie debe poder entrar en  nuestros dominios.  Restringe al mínimo el almacenamiento  en la nube  y aplica mucha precaución  cuando lo uses. Se escapa de tu control.  Vigila el uso de los medios de  almacenamiento extraíble (pendrives y  discos duros externos). Protege   la  información que depositas en ellos y cuida  que no se extravíen o te los roben.  Respeta fielmente la prohibición de alterar  la configuración del equipo y de instalar  aplicaciones no autorizadas. Para verificar  si suponen un riesgo   tienen que pasar por  el escrutinio de los sabios del lugar.  No dejes nada, ni documentos ni  dispositivos ni siquiera post-it, al alcance  de los que pasen por tu puesto de trabajo.  Nunca sabes quién puede pasar en tu  ausencia ni qué puede   interesarle.  Destruye a conciencia y de forma segura  documentos y soportes que ya no vayas a  usar o ya no sirvan. La información que  contienen puede ser una mina para los  ciberdelincuentes.  Protege la documentación que envías a la  impresora o llevas al escáner. No debe  caer en manos extrañas.  Extrema la cautela y cumple las normas al  utilizar Internet y el correo electrónico  corporativo. Acechan engaños sublimes  que pueden comprometer la información  y los   sistemas.  Protege con coraje la información de la  empresa también cuando uses tus  dispositivos personales (móvil, tableta,... )  para el trabajo siguiendo al pie de la letra  las normas de la empresa.