Fake news y bulos en la Red

Fake news y bulos en la Red

Qué es

Las noticias falsas o bulos en Internet son un concepto cada vez más habitual en todos los contextos, también aquellos que afectan a niños, niñas y adolescentes. Se refieren a cualquier tipo de información imprecisa, descontextualizada o directamente falsa, que alguien difunde de manera intencionada para manipular la opinión o simplemente para obtener algún tipo de beneficio. No es algo nuevo, siempre han existido falsos mitos sobre la alimentación, la salud, etc,. solo que a través de Internet se difunden más rápido y pueden llegar a más personas.

Los menores reciben, buscan y comparten información en Internet, en ocasiones sin reflexionar lo suficiente. En consecuencia, pueden acceder a contenidos negativos disfrazados como información real. Esto se conoce como fake news y pueden llegar hasta los menores a través de las publicaciones en sus redes sociales con mensajes privados, chats de grupo, vídeos, foros, etc. ya que son sus canales preferidos para recibir información. Estos contenidos falsos se distinguen teniendo en cuenta su grado de falsedad y engaño deliberado:

  • Imprecisos, con escasa calidad informacional, pero que se pueden malinterpretar.
  • Descontextualizados o sesgados con intención de influir en la opinión.
  • Fabricados intencionalmente con el fin de engañar y manipular.

Hay que destacar que las parodias no se consideran noticias falsas ya que su principal intención es la imitación humorística o burlesca de un hecho o de una situación real, sin intención de engañar o manipular al público al que están dirigidas. En todo caso, siempre deben estar identificadas como tales. Ejemplos habituales son los memes, las cuentas de parodias en redes sociales, o artículos en medios humorísticos o satíricos.

Por último, las fake news están evolucionando de forma rápida hacia contenidos más difíciles de detectar debido a su mayor realismo, como es el caso de los deepfakes, videomontajes hiperrealistas que manipulan el mensaje o la acción de una persona.

  • En situación

    Alfredo es un chico de 14 años que adora jugar al baloncesto en el equipo de su instituto. En sus ratos libres, le gusta cuidar también cualquier detalle que haga de él un buen deportista, como, por ejemplo, el entrenamiento idóneo para su forma física.

    Un día, en su grupo de amigos empiezan a circular vídeos de un conocido influencer, que dice ser un experto en preparación deportiva. En ellos, asegura que, forzando al cuerpo a llegar a situaciones de estrés mediante una baja hidratación, entrenando abrigado y restringiendo la ingesta de líquidos, se consigue mejorar el rendimiento deportivo a medio plazo. Suena convincente, y lo justifica mencionando que existen estudios científicos, sin dar detalles.

    Los comentarios de otros seguidores son prometedores, y los vídeos acumulan un número elevado de likes, así que Alfredo, y otros compañeros deciden seguir la rutina de entrenamiento del influencer. A partir de ese momento, entrena con una prenda de abrigo más de lo necesario y minimiza la ingesta de líquidos solo a determinadas horas del día, sin tener en consideración las necesidades de su cuerpo para saciar su sed.

    Al cabo de unos días, en los entrenamientos comienza a sentirse agotado y mareado. Su entrenador, al ver que Alfredo no se encuentra bien, decide comentar el problema con sus padres y por el momento suspender sus entrenamientos.

  • Cómo afectan las noticias falsas a los menores

    Entre las consecuencias derivadas de las noticias falsas o bulos, destacan que:

    • Influyen y manipulan la creación de todo tipo de opiniones, planteamientos vitales o políticos, cuidado de la salud, relación con otras personas, deseos o intenciones de compra, entre otras.
    • Ponen en riesgo la salud física, emocional y psicológica del menor, así como el desarrollo saludable de su autoestima y de sus relaciones sociales.
    • Intentan generar sentimientos extremos de miedo o enfado, pudiendo llegar a provocar situaciones de alarma, indignación, terror o pánico.
    • Perjudican especialmente a personas y grupos en riesgo de exclusión con prejuicios o ideas negativas preconcebidas que a menudo forman parte de campañas difamatorias, de aislamiento, hostigamiento o ciberacoso.
    • Fomentan el consumismo, ya que pueden utilizarse como señuelo para dirigir a contenido promocional o tiendas online, aunque sea de forma indirecta. Por ejemplo, cuando se centran en desprestigiar una marca o un tipo de producto con la intención indirecta de promover el consumo de otro.
    • Pueden motivar la instalación de algún complemento o app maliciosa, con la excusa de reproducir un determinado contenido multimedia, o acceder a un archivo adjunto con una supuesta información adicional. Estos archivos son capaces de infectar su dispositivo, robar sus credenciales o vulnerar su privacidad.

    Cuando un menor hace clic en una noticia falsa, refuerza la presencia de más contenidos similares en su feed (pantalla de una app o red social que muestra contenido teniendo en cuenta sus gustos, historial y preferencias particulares), debido al funcionamiento de los algoritmos de selección y priorización de contenidos.

     

  • Cómo identificar noticias falsas

    Las noticias falsas o bulos tienen una serie de características que pueden facilitar su identificación. Enseñar a los menores a cuestionar y contrastar la información que aparece en Internet es fundamental para frenar su difusión y minimizar sus efectos:

    • ¿Quién ha creado la información?

      Comprueba si se nombra a la persona u organización que lo ha creado, si se trata de alguien reconocido o del que puedas encontrar información en otras publicaciones. A menudo la página web en la que está publicada la noticia no es un medio informativo real, fiable o reconocido.

    • ¿Cuándo se ha creado la información?

      Hay bulos con carácter atemporal, pero otros tienen una clara intencionalidad acotada en el tiempo, relacionada con algún suceso de actualidad. En cualquier caso, es probable que no se haga referencia a fechas concretas. En muchas ocasiones, se utilizan imágenes o hechos antiguos, manipulados o sacados de contexto, asociándolos a un suceso de actualidad. Es posible revisar la procedencia de las imágenes en servicios como Google Reverse Image Search o TinEye.

    • ¿Por qué han creado esta información?, ¿a quién favorece o perjudica?

      Es importante pensar quién puede estar detrás de la creación de estas noticias, que muchas veces son encargos pagados por empresas o colectivos para desprestigiar un producto, un personaje público o un contexto político. Los menores deben reflexionar sobre el impacto de estas noticias en la sociedad, cómo esperan que reaccionen ante ellas, cuál es su posible objetivo y los beneficios que pueden proporcionar a algunas personas.

    • ¿Presenta referencias fiables? 

      Un contenido informativo de calidad ha de aportar referencias evidentes, y se ha de poder acudir a sus fuentes en Internet para contrastar sus afirmaciones. En muchos contenidos falsos no se citan fuentes, o no se indican de forma clara, o solo se dan referencias poco concretas o abstractas, difíciles de verificar.

    • ¿Falta algún detalle que podría ser importante?

      A veces omiten parte de la información para manipular las emociones, aprovechando los sesgos ideológicos de la persona que visualiza el contenido. Una buena información muestra todos los puntos de vista para que quien lo recibe decida cómo valorarlo.

    • ¿Se ajusta el titular al contenido?, ¿resulta creíble?

      La redacción del texto puede contener errores ortográficos y gramaticales, no incluir diferentes puntos de vista, fuentes o referencias. Esto puede indicar que se trata de un texto redactado de forma poco profesional, no por un periodista real. En el caso de que aporte fuentes, conviene comprobar que sus afirmaciones se ajusten a lo que efectivamente dicen estas referencias, además de asegurarse de que sean fiables y reconocidas. También es característico que utilicen un estilo demasiado informal, sensacionalista o morboso para llamar la atención, solicitando el reenvío urgente de la noticia entre los contactos.

      Un ejemplo evidente es el clickbait en el que, aprovechándose de unos titulares llamativos e imágenes de portada morbosas, buscan generar curiosidad en el lector para que haga clic en el enlace y visite la página. Así, logran un beneficio económico gracias a la publicidad que contiene la página.

    Fake news y bulos

Fake News y bulos en la Red

Prevención

  Según la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), solo un 22,5% de las personas menores de edad entre 14 y 16 años reconoce haber recibido formación para comprender y detectar si una noticia es real o no, gracias al fomento del pensamiento crítico y de una opinión propia.

La mejor forma de enseñar a los menores a detectar estos contenidos falsos es fomentar el pensamiento crítico y la lectura de contenidos adecuados a su madurez, con el objetivo de que los menores puedan llegar a ser autónomos, diferenciando entre un bulo y una noticia real.

  • Comenzar desde edades tempranas. Al acompañarlos en el proceso de aprendizaje digital, es esencial aprovechar oportunidades reales para analizar juntos las posibles noticias falsas que aparezcan en sus redes sociales o en una página web.
  • No todo lo que aparece publicado en Internet es cierto.Muchos contenidos se crean para generar algún tipo de beneficio, económico o ideológico. Por tanto, deben aprender a localizar fuentes seguras y fiables de información.
  • Acostumbrarse a encontrar y utilizar fuentes de información fiables. En su día a día, por ejemplo, al realizar tareas de clase, pueden incluir citas y referencias en sus trabajos escolares.
  • Aprender a valorar diferentes puntos de vista. Fomentar valores sociales positivos como la asertividad, la empatía y la tolerancia, promoviendo el respeto frente a otros colectivos de personas, es clave para que el menor reaccione ante las fake news de manera crítica, reflexiva y prudente.
  • Practicar la paciencia y evitar la impulsividad. Los bulos crean en el usuario/a la sensación de que es imprescindible compartir la información rápidamente, para así llegar a muchas personas. Por eso es fundamental promover el análisis de la noticia, contrastar los hechos que presenta y verificar las fuentes.

 

Cómo reaccionar ante una posible noticia falsa

  1. Transmitir calma y prudencia. Los menores deben aprender a actuar en Internet, como en la vida real, de forma reflexiva y cauta. Merece la pena dedicar unos minutos a analizar la información antes de confiar en un contenido.
  2. Contrastar la información.Comprobaremos la veracidad de la noticia, observando si está publicada en sitios de reconocido prestigio informativo, y desconfiando de aquellos medios que parezcan poco profesionales. Podemos apoyarnos en páginas web especializadas en verificación de información (fact-checking), como la Oficina de Seguridad del Internauta, Maldita.es, EFE verifica, AFP factual, IFCN o Snopes, entre otros.
  3. No compartir las noticias falsas.Es recomendable eliminarla del dispositivo y evitar su difusión descontrolada. Rompiendo la cadena estamos impidiendo que otras personas reciban la información.
  4. Reportar la noticia falsa. Las redes sociales y muchas páginas web ya ofrecen la opción de denuncia de estos contenidos desde la propia publicación. También podemos contactar con los administradores de la web, o con entidades especializadas en verificación de información, como algunas de las anteriormente mencionadas, para avisar del riesgo de difusión.
  5. Informar a nuestros contactos. Tanto la persona que la ha enviado, como las personas receptoras de la misma, agradecerán saber que se trata de un contenido falso. Podemos indicarles las características o motivos que nos han permitido reconocer la noticia falsa o bulo.
  6. Pedir ayuda a una persona adulta de confianza. A menudo, las temáticas y razonamientos que se esconden detrás de las fake news pueden resultar demasiado complejas y escapar a la comprensión de los menores. Crea un entorno cotidiano seguro para hablar de estos temas en familia.

¿Tienes dudas o necesitas ayuda respecto al uso seguro y responsable de los menores en Internet? Contacta con la Línea de Ayuda en Ciberseguridad de INCIBE, 017. Es un servicio gratuito y confidencial.

 

Línea de Ayuda en Ciberseguridad de INCIBE 017

 

 

 

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