La importancia de las actualizaciones de seguridad

 

Los sistemas operativos, navegadores web, programas y aplicaciones son susceptibles de tener fallos de seguridad. Por este motivo, pueden necesitar ser actualizados, independientemente del dispositivo en el que se encuentren instalados. Esto incluye los programas y sistemas operativos de ordenadores, tablets, smartphones, consolas de videojuegos e incluso televisiones inteligentes.

Una actualización es un añadido o modificación realizada sobre los sistemas operativos o aplicaciones que tenemos instaladas en nuestros dispositivos, cuya misión es mejorar tanto aspectos de funcionalidad como de seguridad.

Por tanto, si queremos mantener la seguridad de nuestros dispositivos, debemos:

  • Vigilar el estado de actualización de todos nuestros dispositivos y aplicaciones.
  • Elegir la opción de actualizaciones automáticas siempre que esté disponible.
  • Instalar las actualizaciones tan pronto como se publiquen, especialmente las de los sistemas operativos, navegadores y programas antivirus.
  • Ser cuidadosos con las aplicaciones que instalamos, huyendo de fuentes no confiables y vigilando los privilegios que les concedemos.
  • Evitar usar aplicaciones y sistemas antiguos que ya no dispongan de actualizaciones de seguridad.

Es importante no confundir tener una aplicación actualizada con tener la última versión. Podemos tener instalado y actualizado Windows 10, a pesar de no tratarse de la última versión de este sistema operativo. Los fabricantes no solo comercializan nuevas versiones que incorporan mejoras, sino que mantienen un largo periodo de tiempo las antiguas versiones a través de actualizaciones.

¿Quién se encarga de publicarlas?

Los propios desarrolladores y fabricantes elaboran las actualizaciones. En algunas ocasiones, ante un fallo de seguridad detectado publican con muchísima rapidez parches (actualizaciones de seguridad), que solucionan los problemas identificados. No obstante, ante esta circunstancia poco podemos hacer más allá de ser conscientes del riesgo y no realizar acciones que nos puedan comprometer hasta que la actualización esté disponible.

En los siguientes enlaces encontrarás una recopilación de los sistemas, navegadores y programas más conocidos, que nos facilitarán la actualización de nuestros dispositivos:

¿Qué debemos hacer ante una nueva actualización?

Mantener un dispositivo sin actualizar es un riesgo del que debemos ser conscientes. Por ese motivo, una vez se hace público un fallo de seguridad, cualquiera con los conocimientos adecuados puede utilizarlo para causarnos un daño (acceso no autorizado a nuestros dispositivos, robo de información, perjuicio económico, suplantación de identidad, etc.). Por tanto, todos hemos de adoptar el hábito de mantener nuestros dispositivos al día.

En muchos casos, las aplicaciones y dispositivos disponen de opciones de actualización automática, de manera que las instalan, de forma transparente para nosotros, tan pronto el fabricante o desarrollador las publican. Esta es la opción más recomendada, ya que evita que tengamos que estar nosotros pendientes de esta tarea, que en ocasiones resulta un poco molesta.

Algunas precauciones

Debemos huir de sitios “pirata”, especialmente de aquellos que ofrecen aplicaciones o servicios gratuitos o extremadamente baratos.

Los ciberdelincuentes utilizan en algunos casos estas plataformas para infectar la aplicación que queremos y conseguir que cuando la descarguemos se nos infecte nuestro dispositivo. Por tanto, no debemos instalar nada que no provenga de los canales oficiales que proporcionan los fabricantes y desarrolladores de los dispositivos o el software.

Otra situación que debemos tener en cuenta es la instalación o actualización de una aplicación que necesita ciertos privilegios para funcionar correctamente. Es recomendable revisarlos para evitar que individuos maliciosos, que buscan tomar control de nuestro dispositivo, puedan usarlos. En cualquier caso, instalemos aplicaciones solo de fuentes de confianza y revisemos siempre los privilegios, por si fuesen excesivos o innecesarios para el propósito al que están destinados.

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