Instituto Nacional de ciberseguridad. Sección Incibe
Menores. Sección menores

Ciberacoso

¿Qué es?

El ciberacoso o ciberbullying es una realidad, y cada vez más casos salen a la luz, afectando a niños, niñas y jóvenes de edades y contextos diferentes. Se trata de un tipo de acoso que se produce entre menores y en el que se utilizan los medios digitales para hacer daño a la víctima, conscientemente y de forma repetida en el tiempo:

Algunas de sus características son:

Daño intencional

Daño intencional: el acoso puede tomar muchas formas con la intención de hacerle daño psicológico, emocional y social a la víctima, como burlas, humillaciones, insultos, difusión de mentiras y rumores, hacerse pasar por ella para ridiculizarla, cerrar sus cuentas con denuncias falsas en las redes sociales o presionar a sus compañeros para aislarla, entre otros.

Repetido en el tiempo

Repetido: el daño se produce habitualmente, pudiendo llegar a ser algo cotidiano y rutinario. No se trata de incidentes aislados, peleas ni discusiones puntuales.

Entre menores

Entre menores: lo lleva a cabo un menor, o grupo de menores, hacia otro menor, pudiendo adoptar un rol de superioridad (o mayor estatus social) sobre la víctima.

Medios digitales

Con medios digitales: se utilizan herramientas como los móviles, las redes sociales, fotos, vídeos, juegos online, correo electrónico, foros y cualquier otra aplicación móvil o servicio de Internet. No podemos olvidar que el ciberacoso no está aislado del acoso físico, sino que muchas veces están relacionados.

Profundicemos en el tema...

  • 🤕​ ¿Por qué es tan dañino y complejo?

    El ciberbullying presenta algunas peculiaridades respecto al acoso presencial que agravan su impacto y consecuencias.

    Con el uso de dispositivos tecnológicos se produce una desinhibición en el comportamiento. Los acosadores pueden atreverse a actuar (cuando no lo harían en persona) o hacerlo de una manera más impulsiva o agresiva:

    • El supuesto anonimato de la red (que no es tal) genera en el acosador una falsa sensación de no tener responsabilidad, ser impune y ser invencible.
    • La distancia física con la víctima reduce la empatía con ella y dificulta la consciencia sobre el daño causado. Al no ver sus reacciones pueden mantener comportamientos que en persona podrían haber abandonado mucho antes.
    • Los testigos o espectadores pueden sumarse más fácilmente al tener una menor exposición personal. No es necesario que ataquen activamente a la víctima, sino que basta con compartir o darle me gusta a los mensajes acosadores de otra persona.
    • La inmediatez de las comunicaciones permite respuestas rápidas e impulsivas que pueden empeorar los conflictos.

    Además, las características de Internet y de los móviles hacen que aumente el impacto de la victimización, por ejemplo, con la viralización de burlas, memes o stickers humillantes, o con la facilidad de modificar imágenes con IA para hacer daño y la dificultad de retirarlas de Internet.

    Por otro lado, la víctima no tiene momentos de tranquilidad ni espacios seguros, se pueden compartir mensajes en cualquier momento y lugar, por lo que un acosador puede actuar las 24h.

  • 🤔 ¿Por qué se produce? ​

    Internet es una parte más de nuestra vida. Un caso de ciberbullying puede ser simplemente la extensión en Internet de una situación de acoso cara a cara, aunque también puede transcurrir íntegramente a través de la Red. En cualquier caso, las motivaciones pueden ser varias:

    • La falsa creencia de que es una broma sin importancia. El ciberacoso puede tener repercusiones muy serias, no son cosas de críos, no es gracioso.
    • El deseo de venganza ante un conflicto previo, o por la enemistad entre dos personas. La falta de habilidades sociales hace que no sepan gestionar adecuadamente la situación, no pasen página y busquen dañar a la otra persona.
    • La falta de autoestima del acosador, quien trata de ocultarlo mostrando su fuerza para humillar a otras personas y parecer superior.
    • La presión del grupo de iguales y el interés por proteger o mejorar su estatus social.

    Por lo tanto, cualquiera puede ser el elegido como víctima en un caso de ciberacoso, aunque hay una serie de características más frecuentes: ser diferente (ya sea por origen, cultura, orientación sexual, aspecto físico, gustos y aficiones, comportamiento, etc.), tener baja autoestima, inseguridad y habilidades sociales poco desarrolladas (pues dificulta la relación con los demás, la respuesta a conflictos, la defensa de sus derechos) y contar con un reducido círculo de amigos (menor red de apoyo y protección).

 

Familias 👨‍👩‍👧‍👦​

  • ¿Cómo lo prevenimos en familia?
    • Hablar constantemente con ellos, para estar al día de las aplicaciones, redes sociales y juegos que utilizan, quiénes son sus amistades online y qué hacen en la red. Puedes, si lo necesitas, apoyarte en las herramientas de control parental para supervisar su actividad.
    • Cuidar una relación de confianza con ellos para que, en caso de problemas, acudan a nosotros (o a otro adulto de confianza) sin miedo a reacciones exageradas. Además, debemos tratar de ser un modelo a seguir con nuestro comportamiento online. No podemos pedirles una responsabilidad en el uso de móviles y redes sociales que nosotros no cumplimos.
    • Fomentar la autoestima, la empatía, y la responsabilidad social,animándolos a tomar decisiones y resolver conflictos por sí mismos reforzando así su autoestima y pensamiento crítico, pero también es clave enseñarles a ponerse en el lugar de los demás, comprender las consecuencias de sus actos y actuar con justicia. Es importante que comprendan que ser testigos de un ciberacoso implica una responsabilidad: no deben burlarse, ni mirar a otro lado y, sobre todo, deben ayudar a la víctima informando a un adulto o mostrándole apoyo tanto online como offline. De esta forma, potenciamos, no solo la seguridad de nuestros hijos/as, sino también su capacidad de intervenir de forma empática y valiente ante los problemas en Internet.
    • Cuidar la privacidad. Emplear cuentas privadas en redes sociales, limitar el número de contactos y configurar sus opciones de privacidad a fin de reducir la información expuesta en Internet (mensajes, fotos, etc.), que un acosador podría utilizar para atacarles. Se deben evitar prácticas de riesgo: no compartir información sensible (imágenes íntimas, contraseñas, ubicación…), no aceptar como amigos a quienes no conocen en persona, no quedar con desconocidos, etc.
    • Estar atentos a cambios repentinos en los menores, como brotes de agresividad, pasividad, reacciones exageradas ante una broma o comportamientos extraños con su dispositivo en nuestra presencia (por ejemplo, escondiendo la pantalla de nuestra vista), cambios en las amistades, aprensión o indiferencia en el uso de Internet, etc. Aunque los cambios forman parte de la adolescencia, también nos pueden dar pistas sobre posibles problemas.
  • ¿Cómo podemos ayudar a nuestro hijo/a?

    Se debe intervenir con la mayor rapidez posible para evitar que el problema siga agravándose, ya que no va a resolverse por sí mismo.

    Si tu hijo/a sufre ciberacoso:

    1. Escúchalo sin culpabilizarlo y refuerza su autoestima. Es muy importante que el menor sepa que vamos a ayudarlo a solucionar la situación, que estamos de su lado y puede confiar en nosotros, pero debe contarnos qué está ocurriendo.
    2. Comunícate con el centro docente. Si los implicados son alumnos del mismo centro, la mediación del centro puede ser de utilidad ya que puede aplicar los protocolos de actuación contra el acoso y ciberacoso, valorando la mejor forma de actuar y asesorarnos. El centro puede actuar de mediador con los padres del acosador o los implicados.

      Si, tras hablar con el centro, este se niega a actuar, puedes comunicar el caso ante la inspección educativa que te corresponda.

    3. Busca de ayuda especializada. Se puede acudir al centro de salud y servicios sociales para pedir ayuda psicológica para víctimas, acosadores y testigos, así como a asociaciones especializadas para pedir asesoramiento.
    4. Guarda las evidencias tomando capturas de pantalla con los mensajes, publicaciones o pruebas para poder exponer el caso y, si es necesario, denunciarlo. No debemos borrarlos, ni responder a los mensajes para no empeorar el problema.
    5. Entra con tu hijo/a a las plataformas donde se han publicado los mensajes para solicitar su eliminación, así como para reportar y bloquear al o a los acosadores después de guardar evidencias.
    6. Denuncia ante las autoridades, si por la vía del diálogo y la mediación no hemos conseguido solucionarlo, debemos acudir a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Policía Nacional, Guardia Civil, policías autonómicas, etc.) o a la Fiscalía de Menores.

    Si tu hijo/a está implicado en un caso de violencia online:

    1. Asume desde la mayor calma posible el hecho de que tu hijo/a pueda ser el acosador. Aunque para muchos padres es probable que suponga un shock, el hecho de decidir poner solución ya resulta positivo.
    2. Es necesario hablar con el menor para escuchar su versión, permitiéndole en primer lugar expresarse y contarte su postura para, a continuación, identificar y frenar todas las conductas acosadoras lo antes posible.
    3. Asegúrate de que el/la menor asuma su responsabilidad, independientemente de cualquier excusa. Debe entender que es un comportamiento que no es tolerable, además de constitutivo de delito y que tiene consecuencias. El mensaje es claro: nada justifica un acoso y/o un maltrato.
    4. Ofrece ayuda al menor, trabajando en familia la asertividad o importancia de que pueda expresar sus opiniones y sentimientos, pero de manera respetuosa y clara, sin agresividad. Le acompañaremos para que se comprometa a cambiar su comportamiento y, cuando sea posible y seguro, a pedir perdón a la víctima, no solo como un gesto, sino como parte del proceso de reparar el daño. Mostrarle que puede reconocer el error, asumir las consecuencias y mejorar, le enseña que el cambio es posible y valioso.
    5. Pide ayuda profesional para modificar aquellos comportamientos agresores del/ de la menor a partir del aprendizaje y desarrollo de habilidades sociales y gestión emocional (tolerancia a la frustración, gestión de la ira, autoestima…).

Recursos para familias

 

Educadores 👨‍🏫​

  • ¿Cómo se previene un caso desde el centro?

    La prevención pasa por dar herramientas a los estudiantes para gestionar los conflictos antes de que deriven en situaciones más graves y proporcionarles mecanismos para pedir ayuda.

    • En casos de ciberacoso entre alumnos del mismo centro, este deberá de asumir la responsabilidad, creando un protocolo de actuación.
    • Habla habitualmente con tu alumnado, para estar al día de las aplicaciones, redes sociales y juegos que utilizan y qué hacen en la red.
    • Es conveniente mantener una relación de confianza con tus estudiantes para que, en caso de problemas, acudan a ti (o a otro adulto de confianza). Además, debes enseñarles a tener un comportamiento basado en los valores que quieras transmitirles (respeto, empatía, solidaridad…).
    • Desarrolla un espíritu crítico en tu alumnado, esto ayudará a potenciar sus habilidades sociales (resolución de conflictos, asertividad…) de modo que no lleguen a iniciar el acoso o, en caso de sufrirlo, sepan gestionarlo y responder adecuadamente. También es fundamental motivar a los estudiantes a responder y actuar ante situaciones de ciberacoso cuando son testigos o espectadores.
    • Como docentes, es necesario mantener una formación constante en seguridad digital. Además, es conveniente impartir al alumnado charlas de concienciación sobre ciberseguridad, y sobre aquellos comportamientos y conductas que propician un ciberacoso y sus efectos.
    • Estar atentos a cambios repentinos de actitud (agresividad, pasividad, reacciones exageradas…) y también a cambios de amistades entre los estudiantes.
    • Se deben conocer las recomendaciones en materia de ciberconvivencia en el centro, además de asegurar un ambiente tecnológico controlado, seguro y respetuoso: contraseñas robustas, filtrado de accesos a Internet…etc.
  • ¿Cómo debe reaccionar el centro?
    • El centro tiene que ser consciente de que, cuando el ciberacoso se produce entre sus alumnos, tienen que asumir la responsabilidad de reaccionar y actuar ante el caso.
    • Es necesario actuar de forma contundente y asertiva ante cualquier primer indicio de acoso y /o ciberacoso, evitando que pueda derivar en algo más serio. Se debe actuar en varios frentes: menores implicados y sus padres, resto del alumnado, profesores del centro y profesional de orientación educativa.
    • Revisar y actualizar periódicamente el protocolo de actuación en materia de convivencia y el protocolo de acoso de la comunidad autónoma, activándolo en caso necesario.
    • Acudir a la figura del orientador/a del propio centro y a la figura del coordinador/a de bienestar y protección en la comunidad escolar en busca de apoyo. Tener en cuenta que el centro también puede pedir ayuda a Inspección Educativa.
    • Contactar con los padres de la víctima para que conozcan la situación.
    • Contactar con el agresor y sus padres para tratar de solucionar el conflicto a través del diálogo. Los padres del agresor son parte activa y tienen responsabilidad civil solidaria con el menor.
    • En caso de que los padres del/ la menor acosado/a quieren interponer una denuncia, el centro puede acompañarlos, aunque no tiene obligación de ello ni de participar en la denuncia.

Caso real sobre ciberacoso en un centro educativo

 

Recursos para educadores

 

Juegos para el aula 🎲​

Jóvenes 👩​🧑​

  • ¿Cómo puedo prevenir un caso?

    La mejor manera de prevenir el ciberacoso es proteger nuestra privacidad, ya que así se dificulta el acceso a información personal que los acosadores puedan utilizar. Además, también podemos llevar a cabo otras acciones de preventivas:

    Empatía y respeto

    Sé empático y respetuoso, trata a los demás en Internet como te gustaría que te trataran a ti, evitando burlas y comentarios hirientes.

    Huella digital

    Cuida tu huella digital, no compartas tu información personal en redes sociales (nombre y apellidos, fotos, ubicación…). Así sólo conocerán tu identidad digital tu entorno más cercano.

    Piensa antes de publicar

    Piensa antes de publicar y reenviar, no compartas contenido que pueda dañar a otras personas. Reporta grupos o cuentas donde haya burlas, insultos o mal ambiente. Por otro lado, sigue y promociona comunidades o grupos donde se promuevan valores positivos.

    Acepta solo a personas conocidas

    Acepta sólo a personas conocidas y amistades. Revisa tus contactos de forma periódica eliminando a aquellos que no consideres adecuados.

    Autoestima

    Fomenta tanto tu autoestima como la de los demás, participando en actividades fuera de Internet para no depender tanto de la validación digital.

    Línea de ayuda en ciberseguridad del 017

    Ante una situación de ciberacoso, acude a tus padres, al orientador escolar, o a la Línea de ayuda en ciberseguridad del 017.

    Prevenir el ciberacoso empieza por actuar con respeto, tener pensamiento crítico y valentía, tanto en lo que se hace como en lo que se decide no hacer.

  • ¿Cómo reacciono a un caso?
    Si estoy sufriendo acoso

    Si estoy sufriendo acoso:

    • Es importante que no te calles, pero no entres en discusiones ni respondas con insultos, esto podría alimentar el conflicto. Guardar silencio o responder con violencia no es la solución.
    • No te sientas culpable por la situación que estás viviendo.
    • Intenta mantener la calma, aunque lo que estés pasando sea difícil y te asuste.
    • Cuenta tu situación a tus padres, a un adulto de confianza y/o a un profesor o responsable del centro escolar. Es importante que lo sepan para que te puedan ayudar desde el primer momento.
    • Reporta a los acosadores y sus mensajes, a través de la plataforma o red social donde se haya producido el ciberacoso, y bloquéalos.
    • Apóyate en tus amistades y en personas de confianza.
    • No borres ninguna conversación o mensajes antes de guardar todas las evidencias que puedas (capturas de pantalla, mensajes, vídeos…).

     

    Si soy testigo de una situación de ciberacoso hacia un compañero/a

    Si soy testigo de una situación de ciberacoso hacia un compañero/a:

    • Cuéntales la situación a tus padres, al centro y/o algún adulto de confianza.
    • No des “me gusta”, ni compartas publicaciones y comentarios que sean dañinos u ofensivos hacia otra persona.
    • Reporta en las páginas web y redes sociales donde se han publicado los contenidos dañinos u ofensivos.
    • No aceptes ni participes en grupos de acoso con el fin de humillar a la víctima.
    • No apoyes al acosador y muéstrale tu rechazo, haciéndole comprender que lo que está haciendo no es adecuado.
    • Apoya a la víctima dentro y fuera de Internet.
    • En caso necesario, haz uso del servicio de atención telefónica en caso de acoso escolar 900 018 018.

Caso real entre menores de edad

 

Recursos para jóvenes

 

 

¿Tienes dudas o necesitas ayuda de manera más personalizada en relación con el uso seguro y responsable de los menores en Internet? Contacta con nosotros en la Línea de Ayuda en Ciberseguridad de INCIBE, 017. Es un servicio gratuito y confidencial.

 

Línea de Ayuda en Ciberseguridad de INCIBE 017

 

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