
La protección física de los puertos a nivel hardware dentro de los sistemas embebidos permite controlar las interfaces físicas de acceso, pero ¿qué pasa cuando estas interfaces son totalmente necesarias? En ocasiones, se requiere el acceso vía JTAG o UART a los sistemas para la ejecución de mantenimientos o modificaciones en diferentes procesos industriales. Gracias a estos accesos los proveedores pueden acceder a direcciones de memoria para leer o escribir, modificar el firmware, etc. Dada la importancia de estas tareas, es necesario incorporar la ciberseguridad en el proceso y es justo, sobre estas medidas, sobre las que girará la temática de este artículo.
La protección frente a inyecciones de faltas, el cifrado de algunas secciones de memoria dentro de los microcontroladores, o la simple protección frente a escritura de las mismas, son algunas de las defensas que pueden implementarse para evitar problemas dentro de una infraestructura industrial.



Con la revolución industrial de la Industria 4.0 se han dotado a los procesos industriales de una mayor inteligencia y esto ha detonado en un despliegue de una mayor cantidad de dispositivos.
Todos estos despliegues suelen tener un punto en común, siendo este las puertas de enlace (gateways), las cuales, tras ser desplegadas se encargan de la traducción de algunos protocolos a la trama TCP/UDP o simplemente de enviar la información a la nube.
Al ser un punto que congrega una gran cantidad de datos y capaz de dotar de inteligencia a los procesos industriales, las gateways industriales, han pasado a ser un objetivo bastante apetecible para los atacantes.



Conocer los recursos disponibles a la hora de realizar tareas de bastionado a un sistema, nos permite optimizar el tiempo necesario para esa tarea. Además, tenemos la posibilidad de utilizar herramientas capaces de auditar el sistema indicándonos aquellas configuraciones que se consideran seguras y cuáles podrían aún ser implementadas.


La programación de los PLC es una parte fundamental en las fases iniciales cuando se construyen y diseñan las plantas industriales. Sobre dicho entorno, la compañía basará la totalidad de sus operaciones, con lo cual la configuración de estos controladores es un aspecto crítico. A la hora de programar estos dispositivos, existe una serie de pautas y buenas prácticas que aprovechan funcionalidades disponibles de forma nativa y que implican poco o ningún recurso a mayores de los que posee un programador de PLC, protegiendo al dispositivo de una forma sencilla y con un mínimo gasto de recursos.
