Menor entra en un grupo de prácticas sexuales no normativas y sufre sextorsión

¿Qué ha ocurrido?
Se puso en contacto con la Línea de Ayuda de Ciberseguridad un menor de 15 años tras ser víctima de grooming y sextorsión.
Nos contó que hace unos meses instaló una aplicación que le permitía contactar con personas con gustos similares a través de grupos específicos sobre ciertas temáticas (mismas aficiones, gustos musicales, etc.).
Nuestro usuario se unió a una comunidad basada en el gusto por un tipo de práctica sexual, que según nos contó, no era normativa. Por ello, nos dijo que se sentía especialmente avergonzado y no se había atrevido a contárselo a ningún adulto de confianza. De hecho, tampoco se habría atrevido a contárselo a ningún amigo.
Dicha comunidad también tenía un grupo de WhatsApp, al que se unió. De esta forma, estableció una relación con otra persona de su edad, a nivel individual, a la cual le envió fotos íntimas.
Al cabo del tiempo, el menor decidió dejar de hablar con su nueva amistad, puesto que ya no le interesaba. Fue entonces cuando le comenzó a amenazar con difundir su contenido íntimo si no le enviaba más, momento en el que se dio cuenta, además, de que realmente era un adulto.
Nos contactó muy afectado, y con el fin de saber que podía hacer para solucionar la situación. Se sentía abrumado ya que no tenía nadie con quién hablar del tema ni con quién desahogarse.
¿Qué pautas le hemos dado?
Una vez comprendida la situación que estaba viviendo, en primer lugar, le ofrecimos atención psicosocial ya que estaba muy preocupado y nervioso. Además, intentamos desculpabilizarle, ya que se sentía responsable de lo que había ocurrido. Por otra parte, trabajamos con el menor la educación sexual, explicándole que es normal que quiera explorarla ya que, además, está en una etapa de autoconocimiento.
A continuación, le ofrecimos las siguientes pautas:
Contarle la situación a un adulto, ayudándole a racionalizar lo sucedido y las posibles reacciones de su familia.
Valorar contárselo a algún amigo. Vivir el solo esa situación es abrumadora y dialogar sobre ello con alguna persona de confianza puede ayudarle.
Se le informó de que lo que nos estaba contando es un delito grave perseguido internacionalmente ya que se trata de un adulto contactando con un menor con fines sexuales.
Le explicamos que la simple tenencia de fotos íntimas de un menor ya supone un delito, puesto que se trata de contenido de abuso sexual infantil. Además, su difusión agravaría las consecuencias.
Guardar todas las evidencias posibles (mensajes de las amenazas, número de teléfono de la persona que sextorsiona, su nombre de usuario de la plataforma, etc.).
Presentar una denuncia ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Guardia Civil, Policía Nacional o Policía autonómica) con las evidencias recopiladas, así como con su dispositivo.
Trabajamos con el menor el miedo a denunciar por lo que pudieran pensar de él, explicándole que le atenderá un profesional que hará todo lo posible por ayudarle.
Cortar toda comunicación con la persona que le estaba extorsionando.
Bloquear el contacto en todos los medios en los que haya tenido contacto.
Reportar lo sucedido tanto en la plataforma como en WhatsApp.
Practicar egosurfing por si pudiera encontrar publicadas alguna de las fotos que había compartido. En caso de encontrar alguna publicación íntima no deseada:
Utilizar la Línea de Reporte de Contenido de Abuso Sexual Infantil, Hotline INCIBE.
También puede hacer uso del canal prioritario de la Agencia Española de Protección de Datos.
Asimismo, aprovechamos la ocasión para hablar sobre los peligros de hablar con desconocidos, así como de realizar sexting y el grooming, recordando que en Internet no todo el mundo es quién dice ser.
Por último, le recordamos que ante cualquier otra duda que les pueda surgir, puede volver a contactar con el servicio de Tu Ayuda en Ciberseguridad de INCIBE, todos los días del año desde las 8 de la mañana hasta las 11 de la noche.