¿Cómo actuar cuando una foto se ha descontrolado?
La práctica del sexting está extendida entre los menores, que comparten imágenes íntimas para flirtear o se las envían a sus parejas. No suelen ser conscientes de los riesgos que implica, y a menudo deriva en situaciones cuya solución es compleja. Veamos cómo debemos actuar en estos casos.
El sexting, o envío de imágenes y vídeos de connotación sexual a través de Internet, es una práctica que sin duda conlleva riesgos. Estos son especialmente peligrosos cuando los protagonistas son menores, ya que la difusión descontrolada de estos contenidos repercute de forma grave en su salud emocional y psicológica. Además, el envío de este tipo de imágenes propicia otros riesgos, como el ciberacoso, la sextorsión o el grooming.
Cuando surge un problema derivado de esta práctica, es esencial que la reacción de la familia sea rápida y eficaz, venciendo la incomodidad, la vergüenza, la alarma o el desconcierto. Estas conductas o una mala respuesta pueden acarrear consecuencias serias. Debemos saber cómo actuar en estas situaciones.
Mi hijo/a ha enviado una foto íntima, ¿cómo puedo prevenir problemas?
Si el menor ha enviado una foto de connotación sexual, pero después recapacita y quiere evitar que esté en posesión de la otra persona, la velocidad de reacción es fundamental. Este tipo de contenidos tienden a compartirse con las amistades más cercanas, divulgándose rápidamente. El objetivo debe ser evitar la difusión del contenido y asegurarse de la eliminación del mismo en todos los dispositivos.
- Mantener la calma y una actitud abierta al diálogo. Es importante concentrarse en la resolución del problema, y valorar el hecho de que el menor acuda a un adulto de confianza para ayudarle.
- Conversar para saber qué ha ocurrido. Es un tema difícil de tratar entre padres, madres e hijos/as, y no es necesario visualizar el contenido. Pero sí debes preguntar qué clase de imagen o vídeo ha enviado, valorar el nivel de connotación sexual y saber con quién lo ha compartido.
- Valorar su madurez y responsabilidad. Tendremos en cuenta también su punto de vista y el contexto de la relación, siendo el sexting una forma de expresión íntima y consensuada, que se realiza tomando las debidas precauciones, o si por el contrario es necesario reflexionar sobre las implicaciones y consecuencias de su práctica.
- Conocer las opciones de privacidad y seguridad de la red social. Es importante revisar la configuración de su perfil, comprobando quién puede tener acceso a él y por tanto al contenido.
- Descartar otros posibles problemas. Debes averiguar si el menor ha enviado la imagen o el vídeo de forma voluntaria, o si la otra persona le ha presionado para que lo haga. Pregúntale con serenidad si se ha sentido engañado o chantajeado.
- Contactar con la persona que posee la foto y solicitar su eliminación. Trata de conversar de manera civilizada y exponer la situación, para que colabore y borre el contenido. Debes advertir que la posesión y difusión de este tipo de contenidos donde el/la protagonista es menor de edad, se considera un delito y puede ser objeto de denuncia.
Mi hijo/a ha recibido una foto íntima, ¿qué podemos hacer?
Si el menor recibe un contenido de este tipo sin solicitarlo, por error o por una difusión, hay que mantener la tranquilidad y reaccionar. El objetivo debe ser frenar la divulgación de la imagen y valorar otros riesgos asociados, como un posible conflicto de ciberacoso o extorsión, en los que puede haber otros menores afectados.
- Premiar la confianza del menor para conversar sobre este tema. Es muy positivo que el menor se apoye en ti para resolver sus dudas. Comienza por conocer los hechos y preguntar qué tipo de contenido ha recibido.
- Concienciar sobre conceptos como intimidad y respeto. Puede ser el momento ideal para trabajar la protección de la privacidad en Internet y explicarle las consecuencias legales de esta práctica. Debe saber que es un delito divulgar o almacenar estos contenidos.
- Eliminar el contenido recibido y contactar con la persona que aparece en la foto. Si es posible, es conveniente alertar a la víctima para que sea consciente del alcance de la difusión.
- Valorar si es necesario informar a los responsables del menor. Como adultos, tenemos la responsabilidad y el deber de proteger a cualquier menor que se encuentre en una situación vulnerable, especialmente en el caso de los menores de 14 años, informando a sus padres, tutores o al centro educativo.
Una foto de mi hijo/a se está difundiendo descontroladamente, ¿cómo puedo solucionarlo?
Si las imágenes íntimas del menor están circulando a través de redes sociales y/o mensajería, debemos actuar sin demora. El objetivo debe ser frenar la divulgación y procurar recuperar el control sobre el contenido. Este tipo de imágenes tan sensibles pueden acabar en manos malintencionadas o provocar conflictos como ciberacoso, afectando psicológicamente al menor.
- Mantener una actitud calmada y no culpar al menor. Estará conmocionado por la situación y necesita todo tu apoyo para resolver el problema.
- Conversar para determinar el alcance de la difusión. Es necesario valorar la gravedad del contenido (¿se puede identificar al menor?, ¿es una imagen explícita?), y determinar quiénes están implicados en un primer nivel de divulgación.
- Contactar con un servicio de orientación profesional. En estos casos siempre es aconsejable contar con ayuda especializada para evitar empeorar la situación o retrasar la solución. Puedes llamar a la Línea de ayuda en ciberseguridad de INCIBE, 017.
- Solicitar a las redes sociales la eliminación de las imágenes. Estos servicios poseen mecanismos de reporte para minimizar los daños, que están diseñados especialmente para proteger a los menores de edad. Busca más información en la sección de ayuda o contacta con los administradores.
- Solicitar a las personas implicadas que eliminen el contenido y no lo difundan. Seguramente tu entorno y las familias de los menores implicados comprenderán la situación y se prestarán a colaborar. También puedes contactar con el centro educativo y coordinar esfuerzos para frenar la difusión.
- Valorar acudir a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, si la difusión ha escapado a tu control o si ha partido de una situación de extorsión o grooming por parte de un adulto.
Ahora ya sabes cómo actuar ante las consecuencias del sexting, porque prepararse e informarse de forma preventiva puede ser de vital importancia para reaccionar de forma rápida y efectiva.
Además, trabajar un clima de confianza familiar facilitará que el menor se atreva a pedir ayuda si la necesita. Para ello, puedes apoyarte en técnicas de mediación parental, que también promuevan el pensamiento crítico y la responsabilidad del menor, y acudir al 017, la Línea de Ayuda en Ciberseguridad, para recibir asesoramiento profesional. ¡Recuerda, la clave para prevenir los riesgos del sexting entre los menores es animarlos a no generar contenido!