¿Qué ocurre si los progenitores no están de acuerdo en la publicación de fotografías de sus hijos/as?

Lo que antes eran álbumes de fotos en papel que se enseñaban a personas cercanas, hoy son perfiles en redes sociales con fotos y vídeos que los progenitores u otros miembros de la familia comparten públicamente, sin discriminación en muchos casos. Es lo que se conoce como sharenting y en ocasiones puede conllevar problemas dentro de la familia.

A la hora de publicar fotografías o videos de los hijos, pueden surgir diferencias de criterio y desacuerdos entre ambos progenitores o incluso entre estos y otros miembros de la familia. Se trata de un conflicto más grande aún si se trata de padres y madres separados o divorciados.

Parece razonable pensar que decidir si un hijo menor de edad puede aparecer o no en una publicación de redes sociales es una decisión que deberían tomar ambos progenitores en conjunto. Sin embargo, a veces surgen dudas, más en casos de separación. Recordemos que hasta que el niño/a cumpla 14 años, la decisión sobre sus imágenes les corresponde a ambos progenitores cuando mantienen la patria potestad. Tener la custodia en exclusiva, o que una semana esté con uno u otro no les autoriza a compartir sus imágenes. Por tanto, para que los menores aparezcan en fotos y vídeos en sus perfiles, es necesario que ambos estén de acuerdo y, en caso de que uno de los dos se niegue a que aparezcan, podrá decidirlo incluso un juez, como indica la AEPD. Así, se trata de un aspecto que se incorpora ya en los convenios reguladores, ante el incremento de uso de las redes sociales.

Los padres debemos tener claro que el bienestar de nuestros hijos/as, también en Internet, es lo primero y debemos protegerlos, respetando sus derechos al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen, tal y como se recoge en la Constitución Española y en la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo.

Si nuestros hijos no quieren que publiquemos imágenes o vídeos en los que salen o que no les gustan, es una buena práctica que los padres los escuchemos, mantengamos un diálogo al respecto, y tengamos en cuenta su opinión, respetando su decisión. En todo caso, a partir de los 14 años, y si su nivel de madurez lo permite, los menores pueden negarse a una publicación y pedir su retirada si ya se ha hecho. Además, una vez que se convierten en mayores de edad, podrían reclamar a los padres por vulneración de los citados derechos y solicitar asimismo la retirada de todas las imágenes publicadas.