Contenido inapropiado

Qué son
Nuestros hijos e hijas pueden acceder en Internet a multitud de contenidos perjudiciales para su desarrollo personal. Un ejemplo de estos contenidos son las imágenes o videos perturbadores, las modas que promueven valores negativos, riesgos para la salud o malos hábitos, o las informaciones falsas o carentes de rigor que circulan por la red.
Por ello es necesario que velemos para que consuman contenidos ajustados a su madurez, a la vez que les vamos educando en su capacidad crítica y de respuesta.
- En situación
Dani tiene 7 años, y cada fin de semana tiene permiso para jugar una hora con el ordenador. No tiene ordenador en su cuarto, por lo que utiliza el de sus padres, que está en el salón de su casa. Su madre dice que así está más tranquila, sabiendo que, al estar a la vista, no se va a atrever a entrar en páginas web “peligrosas” para su edad.
Dani acepta de buen grado esta norma familiar, ya que lo único que le interesa es poder jugar en Internet. Entra en páginas que ofrecen juegos gratuitos, son los que están más de moda. Este sábado quiere probar un juego nuevo que le han recomendado sus amigos.
Al entrar en la página, saltan varias ventanas de publicidad. Está acostumbrado, es lo que tiene jugar gratis… así que va cerrando una por una. Hasta que un anuncio le hace abrir los ojos como platos. En la publicidad se muestran imágenes de personas manteniendo relaciones sexuales de forma explícita. Su madre irrumpe en la mesa del ordenador intentando cerrar el anuncio lo antes posible, recriminando al niño por usar el ordenador para buscar “tonterías”. Dani responde que él no ha buscado nada…
- Cómo afectan a los menores
Las consecuencias de la exposición de los menores a este tipo de información son tan variadas como los contenidos a su alcance:
- Daños psicológicos y emocionales. El menor posee una madurez y una autoestima en desarrollo, por lo que es más vulnerable a nivel emocional si tropieza con información que no es capaz de asumir o frente a la que no sabe cómo reaccionar, como por ejemplo contenido pornográfico o violento. Estos les pueden resultar demasiado complejos e incluso perturbadores.
- Desinformación, manipulación y construcción de falsas creencias. Los contenidos falsos y sin rigor pueden confundir a los menores y son especialmente peligrosos cuando tratan temáticas relacionadas con la salud y la seguridad.
- Establecimiento de conductas peligrosas o socialmente inapropiadas. Los menores pueden asumir determinados contenidos como ciertos y positivos, y adoptarlos en forma de conductas o valores dañinos: sexismo, machismo, homofobia, racismo, etc.
- Daños para la salud física. Algunos contenidos tienen como objetivo la promoción de desórdenes alimenticios (anorexia y bulimia), conductas de autolesión o consumo de drogas. Otros pueden animar a los menores a realizar actividades potencialmente peligrosas para su salud, como algunos vídeos o cadenas virales.
- Inclusión en grupos y colectivos dañinos. Acceder a determinados contenidos puede acercar al menor a colectivos extremistas, violentos o racistas, así como a sectas de carácter ideológico o religioso, grupos políticos radicales, etc. El factor emocional es importante a la hora de hacer frente a esta información que puede ser perjudicial o malintencionada, dado que una baja autoestima, o aquella que esté aún en desarrollo, aumenta la vulnerabilidad del menor.
- Adicciones. El acceso a contenidos inapropiados sobre drogas, sexo y juegos de azar puede favorecer trastornos de adicción, dado que los menores pueden no tener suficiente capacidad crítica para gestionar los riesgos asociados a este tipo de actividades.
- Gastos económicos. Los fraudes o intentos de engaño destinados a estafar a los usuarios para hacerse con su dinero o sus datos pueden acarrear pérdidas económicas directas, como ocurre por ejemplo con las suscripciones de SMS Premium. Además, los menores son más vulnerables a la hora de interpretar y gestionar la publicidad excesiva a la que están expuestos en Internet ya que puede generar en ellos la necesidad de consumir impulsivamente, como sucede con las compras en juegos y aplicaciones. Asimismo, no siempre el contenido de los anuncios es, en sí mismo, adecuado para ellos.
- Formas de acceso a la información
Búsqueda directa. Es natural y saludable que los menores tengan curiosidad por saber y aprender. Internet ofrece mucha información y está siempre disponible, el riesgo está en que no siempre ofrece un contenido adecuado a la hora de dar respuesta a esa curiosidad.
Búsqueda indirecta. En ocasiones encuentran contenidos inapropiados de forma indirecta al buscar otros. También pueden acceder a comunidades virtuales buscando determinada información, pero una vez dentro reciben contenido de riesgo.
Videojuegos y otros contenidos de ocio (cine, series y música online). Los videojuegos pueden esconder gran cantidad de contenidos inapropiados para los menores, y a menudo se trata de contenido explícito: violencia, sexo, conductas y valores extremistas, etc.
Mensajería y redes sociales. A través de mensajería instantánea, correo electrónico, redes sociales son habituales los fraudes, escondidos detrás de promociones, cupones de descuento y comercio online, así como el intercambio de contenidos inapropiados entre menores (imágenes, vídeos, etc.)
Publicidad. En el entorno de las TIC la publicidad está siempre presente, y es independiente a la edad del consumidor. La mayor parte del contenido que encontramos en Internet es público y “gratuito”, lo que implica que el beneficio económico se consigue por otros medios. El más habitual es la publicidad, ya sea en forma de ventanas emergentes, banners, vídeos, redes sociales, blogs, etc.
Prevención y fomento del uso seguro
La mejor herramienta de prevención se basa en conjugar educación y comunicación con los menores:
- Si queremos evitar que encuentren información inapropiada para su edad, debemos anticiparnos a su curiosidad y ofrecerles respuestas y contenidos adaptados a su nivel de comprensión y madurez. De este modo, estaremos promoviendo el desarrollo de su capacidad crítica.
- También es positivo que en sus primeras andaduras en la red estén acompañados por un adulto que les pueda transmitir conductas adecuadas a la hora de navegar por Internet, facilitando contenidos de calidad ajustados a la madurez del menor.
- Trabajar sus habilidades sociales y fomentar el cuidado de sus amistades favorecerá que tengan mejor capacidad de reacción y menor predisposición a los efectos negativos de estos contenidos.
- Además, podemos apoyarnos en las opciones que nos ofrecen las nuevas tecnologías para fomentar un uso seguro de Internet, como son los controles parentales, programas, extensiones y complementos específicos para menores. El empleo de estas herramientas debe adaptarse a su edad y madurez.
Cómo reaccionar en caso de conflicto
Mantener la calma. Tanto si es el menor el que admite haber encontrado estos contenidos, como si los adultos descubren que ha accedido a ellos, es fundamental reaccionar con serenidad y no culpabilizarle. Lo más importante a la hora de buscar soluciones es mantener la comunicación y la confianza del menor.
Ofrecer información apropiada. En estos casos, es habitual que el menor se haya topado con estos contenidos al buscar información sobre un tema determinado. Es importante ofrecerle las respuestas que necesita y no ignorar su curiosidad o necesidad de conocimiento.
Apoyo al menor. Debe saber que cuenta con ayuda y comprensión. En el caso de comunidades peligrosas, esto cobra si cabe mayor importancia, dado que si el menor no se siente apoyado, es fácil que busque en esos colectivos respaldo y protección.
Reporte al proveedor de servicios. Si consideramos inapropiado que determinados contenidos estén al alcance de los más pequeños, podemos notificárselo a los responsables del servicio para que tomen medidas.
Línea de Reporte. Utilizar nuestra línea de reporte para informar de contenido de abuso sexual infantil (CSAM).
Denuncia. En los casos más graves, como comunidades peligrosas o fraudes, y más aún cuando las víctimas son menores, es importante hacer constar a las autoridades el problema para poder atajarlo y evitar que se complique aún más. Para ello, debemos acudir a los departamentos correspondientes de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad.
¿Tienes dudas o necesitas ayuda de manera más personalizada en relación con el uso seguro y responsable de los menores en Internet? Contacta con nosotros en la Línea de Ayuda en Ciberseguridad de INCIBE, 017. Es un servicio gratuito y confidencial.