
La computación cuántica está transformando radicalmente el panorama de la ciberseguridad. Si bien esta tecnología ofrece avances significativos en la capacidad de procesamiento y análisis con amplias aplicaciones en simulación, optimización o inteligencia artificial, también supone amenazas sin precedentes para los sistemas criptográficos tradicionales sobre los que se apoya la seguridad online actual.
La computación cuántica, en particular, tiene el potencial de romper algoritmos como RSA, ECC y otros sistemas de clave pública mediante técnicas como el algoritmo de Shor. Este escenario, anticipado como el "Q-Day", obliga a una migración masiva de la criptografía actual hacia criptografía resistente a cuántica (quantum-safe).
Dado que muchos sistemas y dispositivos actuales no podrán adaptarse fácilmente, se requiere un esfuerzo considerable a nivel técnico y organizativo.








Dada la creciente proliferación de las bases de datos NoSQL en aplicaciones modernas, es fundamental que los desarrolladores y los equipos de seguridad comprendan los riesgos asociados con las inyecciones NoSQL. Este artículo analiza las amenazas y el impacto de estas vulnerabilidades, las técnicas que los atacantes utilizan para descubrir y explotar puntos débiles en las aplicaciones y las mejores prácticas para protegerse contra estos tipos de ataque. A través de una estrategia de defensa en profundidad, que combina validación de entradas, consultas seguras, controles de acceso estrictos y monitorización continua, las organizaciones podrán fortalecer la seguridad de sus aplicaciones frente a las inyecciones NoSQL y mitigar los riesgos asociados.

La táctica Initial Access es una de las 12 tácticas que componen la matriz elaborada por MITRE para entornos industriales (para más información sobre la matriz, no dudes en consultar el artículo Matriz de SCI, el estado de la v11). Dentro de esta táctica se muestran diferentes técnicas utilizadas por atacantes con el objetivo de ganar acceso no autorizado a un entorno industrial. Este suele ser el primer objetivo de los atacantes externos, ya que el acceso al entorno interno del SCI permite reconocer y explotar equipos internos, desplazarse por la red, ganar privilegios elevados o robar información confidencial. Por tanto, es importante conocer esta táctica para poder defender nuestros sistemas.