Imagen decorativa Avisos

Desde finales del año 2020 el sector de la salud está siendo uno de los principales objetivos de ciberataques, debido en parte al alto valor de los datos que gestiona y la criticidad de sus servicios. Además, aumenta su perímetro de exposición a ataques por la creciente adopción de nueva tecnología médica, la conectividad de sus sistemas y el aumento del volumen y flujo de datos de salud. Otro factor a tener en cuenta es la falta de concienciación que aún existe entre los trabajadores del sector en lo relativo al uso seguro de aplicaciones y tratamiento de datos del paciente. Estudios como el de ENISA: Health Threat Landscape, ponen de manifiesto estos y otros motivos dibujando una realidad que complica la gestión, aplicación y mantenimiento de medidas de seguridad. Las consecuencias de estos ataques tienen un alto impacto, ya que pueden afectar a la correcta prestación de servicios de atención médica con implicación directa en la propia salud del paciente.

Imagen decorativa Avisos

Tras la pandemia se ha constatado que el sector sanitario ha sido uno de los más atacados por los ciberdelincuentes y organizaciones de cibercriminales. Esto ha generado un gran impacto sobre las organizaciones afectadas por lo que es fundamental proteger este sector por el carácter estratégico del mismo y para ello es necesario conocer sus características y las amenazas que le afectan.