Retos virales: poniéndose a prueba en Internet

Fecha de publicación 14/08/2018
Retos virales

En verano se dispone de más tiempo libre que puede ser aprovechado para explorar las posibilidades de Internet, pudiendo llegar así a acercarse a los diversos desafíos que circulan en este medio. Los challenges (término en inglés muy extendido en la Red para referirse a los retos) reciben además el impulso de los youtubers, que participan con la finalidad de conseguir visitas y fama que se traducen en beneficios económicos. Aunque esto es lo más habitual, en muchas ocasiones se persiguen otros objetivos como: conseguir un fin social, entretener o simplemente competir y seguir la cadena para “estar a la moda”, convirtiéndose así en todo un movimiento.

Con la rápida difusión de contenidos en Internet este tipo de desafíos no han dejado de crecer en los últimos años. En algunos casos han llegado a participar incluso personalidades internacionales provocando que se hagan virales con mayor rapidez y lleguen a dar la vuelta al mundo. En este sentido, son numerosos los retos virales que han surgido en otros países y han terminado siendo seguidos por adolescentes españoles. El gran inconveniente es que muchos de estos retos no son tan inocuos como parecen y por eso en este artículo te advertimos sobre los riesgos que esconden algunos de ellos y te ayudamos a protegerte.

Repasando los principales retos virales

Hasta la conformación de la personalidad, pero sobre todo durante la adolescencia, imitar a referentes, así como intentar destacar y ser aceptado socialmente forma parte del desarrollo personal. Además, en esta etapa es muy habitual retarse (quién no recuerda la famosa pregunta: “¿a que no te atreves a…?”) e ir contra cualquier límite (tanto los personales debido a que se cuenta con una falsa percepción de inmunidad, como los externos).

Desde IS4K alertábamos recientemente a nuestros usuarios del reto denominado "Momo," en el que el menor tiene que superar pruebas que en algunos casos inducen a la autolesión. Este reto se ha visto incluso involucrado en noticias de suicidio, igual que en su momento ya ocurrió con el “juego viral” denominado “Blue Whale Challenge” (reto de la Ballena Azul). La difusión y el tratamiento mediático que se hace eco de estas prácticas puede sugestionar o condicionar a jóvenes en situación de riesgo, o incluso alentar a su desarrollo. Es por ello que, como padres o adultos de referencia del menor, debemos conocer estas prácticas para poder aplicar una adecuada prevención y minimizar el impacto negativo que puedan tener. Te acercamos a algunos de los retos que han tenido mayor repercusión:

  • “In my feelings challenge”. Es el más reciente y uno de los más populares de este verano, consiste en salir de un coche en marcha bailando la canción “In my feelings”, mientras el coche continua avanzando sin conductor, para después volver a montar en marcha. Ha tenido mucho impacto porque muchos famosos internacionales e influencers han decidido hacerlo y compartirlo en sus redes sociales. Incluso la Dirección General de Tráfico (DGT) ha tenido que tomar cartas en el asunto advirtiendo del peligro que supone esta acción que supone un riesgo para la seguridad vial.
  • “Ice Bucket Challenge”. ¿Quién no recuerda el verano en el circulaban por redes sociales vídeos en los que la gente se arrojaba cubos de agua helada? Comenzó como una campaña social que buscaba concienciar sobre la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y gracias a la cual se consiguió recaudar una importante suma de dinero destinada a la investigación y recuperación de las personas que lo padecían. Tampoco se consideró como inocua esta práctica, pues se advertía de que el contraste entre la temperatura corporal y la del agua podía ocasionar paradas cardiorrespiratorias y cortes de digestión. Este reto ha dado lugar a una variante mucho más peligrosa, el “Hot Water Challenge” , que consiste en echarse agua hirviendo o beberla. Aunque se escapa del sentido común, son varias las personas que arrastradas por el “efecto llamada” lo han practicado llegando a sufrir quemaduras muy graves.
  • “Ice and salt challenge”. Continuando con el hielo como ingrediente principal y las quemaduras como la consecuencia del reto, el “Ice and salt challenge” consiste en ponerse sal en la piel para luego presionarla con hielo. La combinación produce una reacción química que hace descender la temperatura del hielo provocando quemaduras, y es que el objetivo es precisamente exhibirlas, como si se tratara de un tatuaje. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado trataron de frenar este peligroso “juego” a través de sus redes sociales.
  • Sal y canela.Hace un tiempo se puso de moda tragar una cucharada de sal y canela en polvo. ¿El resultado?: Jóvenes sufriendo colapsos pulmonares, irritaciones de garganta y problemas respiratorios. El objetivo es expulsar la canela por boca y nariz, una acción llamada “el aliento del dragón”. El problema es que al consumir esta especia sin ningún líquido y de manera acelerada, provoca daños en los pulmones y en otros órganos.
  • “Condom Challenge”. Quizás hayáis visto algún vídeo donde arrojan sobre la cabeza de algún joven un condón lleno de agua. Al no romperse, la cabeza queda atrapada dentro, de igual modo que si alguien colocara una bolsa de plástico cerrada, por lo que existe riesgo de asfixiarse. Este reto dio lugar a otro (“Condom Snorting Challenge”) en el que también se usaba un condón, la hazaña de éste último consistía en introducirlo por la fosa nasal y resoplar para ir conduciéndolo hacia la garganta y terminar sacándolo por la boca. Las autoridades sanitarias tuvieron que advertir de posibles peligros de asfixia.
  • “Tide Pod Challenge”. Ingerir cápsulas de detergente de lavavajillas como si fuesen caramelos también se convirtió en un reto viral de moda, a pesar de que el riesgo por intoxicación es muy alto y de que el detergente para lavar los platos es un veneno que puede llegar a quemar la garganta o las vías respiratorias

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El listado de retos virales peligrosos es interminable: rociarse con alcohol y prenderse fuego para acabar lanzándose a una piscina o bañera inmediatamente, inhalar desodorante, hacerse tatuajes solares, echarse bebidas alcohólicas en el ojo, fingir una desaparición durante 48 horas o realizar prácticas que hacen apología de la extrema delgadez (como te contábamos en el artículo “Ana y Mía, la anorexia y la bulimia en Internet”), también forman parte de un largo etcétera de estos “juegos virales”, a pesar de que la mayoría parecen absurdos y pueden ocasionar daños irreversibles a quién los realiza.

¿Son todos los retos virales perjudiciales para los niños y adolescentes? Obviamente no. A pesar de estos ejemplos, muchos retos virales son beneficiosos al trabajar aspectos como el trabajo en equipo, creatividad y expresión artística, combinación de destrezas físicas y digitales, y por supuesto el entretenimiento que les proporciona. Por poner un ejemplo, desde Internet Segura for Kids nos apoyamos en el reto denominado “Mannequin Challenge” para promover dinámicas sobre el uso seguro y responsable en las aulas con motivo del Día de Internet Segura. El reto se basa en quedarse inmóvil como un maniquí en grupo, mientras suena la canción “Black Beatles” y la cámara graba desde distintos ángulos. Como se puede observar, las posibilidades de adaptarlo a aspectos positivos son infinitas.

Claves para prevenir, detectar o reaccionar ante retos virales

Una vez que conocemos algunos de los principales retos virales que pueden llegar a practicar niños y adolescentes, te proponemos las siguientes recomendaciones:

  • Desarrollar la capacidad crítica de tus hijos. Como padres es importante que ayudemos a nuestros hijos a desarrollar su capacidad crítica, a razonar y contrastar la información antes de que la acepten como verídica o inocua.
  • Establecer un clima de confianza en el hogar. Generar un diálogo fluido con nuestros hijos es imprescindible para conocer qué hacen en Internet, en lugar de alejarse y dejarlos solos mientras navegan por la Red. Es importante realizar una adecuada mediación parental de la actividad que realizan respetando su privacidad, para que realicen un uso seguro y responsable de las nuevas tecnologías, evitando que accedan a contenidos inadecuados o lleguen a contactar con comunidades peligrosas.
  • Interesarse por sus gustos y motivaciones. Preguntar acerca de qué opinan sobre los retos ayuda a fomentar la habilidad de calcular el riesgo de lo que le puede pasar a alguien que lo asume.
  • Evitar su difusión. Es importante insistirles en la importancia de no participar, ni compartir a su vez esta clase de retos, de este modo, ayudaremos a que su propagación no continúe.
  • Formar parte de la comunidad de sus redes sociales. Esta acción, que debe estar más enfocada a una relación de confianza que a asumir un “papel controlador” y por lo tanto, acordada previamente con el menor, puede ser muy idónea sobre todo en sus comienzos en los entornos sociales. Así, ser parte de sus plataformas preferidas puede servir para mantenernos informados sobre sus intereses, las nuevas modas y las compañías que tiene, es decir, de su día a día.
  • Riesgos en el contacto con extraños. En estos retos, puede darse la posibilidad de interactuar con otros, e incluso, con los promotores. En este sentido, se debe extremar la precaución a la hora de revelar información a desconocidos, pues no sabemos quién está detrás, ni con qué intenciones (acoso, grooming, extorsión, manipulación, etc.).
  • Acudir a servicios de ayuda, como es el caso de la Línea de Ayuda, 017, en la que tanto los menores, como los adultos podéis recibir asistencia psicosocial y pautas para evitar, prevenir y reaccionar ante estos retos.

¿Qué opinas de los retos virales? Cuéntanoslo en el hilo de comentarios y recuerda que ante la duda o siempre que necesites asesoramiento profesional y especializado, puedes recurrir a la Línea de Ayuda gratuita y confidencial, donde recibirás atención psicosocial adaptada a tu situación.

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