Mediación parental para menores de 0 a 5 años

Fecha de publicación 01/06/2021
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Nuestros hijos e hijas tienen contacto con la tecnología desde edades cada vez más tempranas. Vemos cómo utilizan Internet para visualizar contenidos infantiles o como método complementario de aprendizaje, a través de aplicaciones y plataformas educativas en línea. Sin embargo, al encontrarse al inicio de su desarrollo, es importante acompañarlos durante sus primeros pasos en el mundo digital para que aprendan buenos hábitos desde el principio, apoyándonos en técnicas de supervisión, límites y reglas de uso.

Es una realidad que la tecnología forma parte de la vida y la formación de los más pequeños como medio de entretenimiento o aprendizaje, tanto a nivel familiar como en los centros educativos. Actualmente, es habitual que tengan contacto con Internet y dispositivos electrónicos en cualquier momento de la primera etapa de la infancia. Por ello, es necesario que los progenitores se impliquen de forma activa en su protección y educación digital.

A menudo no se presta suficiente atención a la influencia y posibles riesgos a los que se exponen bebés, niños y niñas cuando padres y madres les enseñan contenidos en Internet o les permiten usar dispositivos electrónicos sin su supervisión, con el fin de entretener o evitar el aburrimiento y comportamientos disruptivos de los menores en contextos sociales o comidas.

Por el contrario, en edades tempranas se debe evitar que los menores adquieran conductas erróneas que a largo plazo sean difíciles de corregir y que puedan poner en riesgo la integridad física y mental del menor. Esto se debe a que los menores de entre 0 y 5 años no han desarrollado habilidades cognitivas, como la atención, la reflexión o las emociones (euforia, miedo, confusión o incomodidad, entre otras).

Familia

¿Qué clase de situaciones de riesgo pueden encontrarse al usar Internet?

Aunque los padres y madres piensen que los niños y niñas están capacitados de forma inherente para hacer un uso seguro de Internet y los dispositivos electrónicos dentro de un entorno libre de riesgos y amenazas, no es así. Los menores de 0 a 5 años pueden estar expuestos a:

  • Un uso abusivo de la tecnología, que puede derivar en conductas poco saludables y afectar al desarrollo de sus habilidades sociales y emocionales, como pueden ser irritabilidad, aislamiento, falta de concentración y atención, obesidad, reducción del sueño, afectación del desarrollo del lenguaje o dependencia extrema. Un ejemplo claro de este tipo de comportamientos se observa en niños que no pueden comer o dormir sin la tablet o el móvil. Debemos tener en cuenta el refuerzo que se realiza, ya que se trata de una etapa de constante evolución o mayor desarrollo, por lo que es fundamental ir adaptando las estrategias.
  • Contacto con personas desconocidas en el ámbito de los juegos online o las redes sociales, que pueden promover conductas que deriven en situaciones de grooming o ciberacoso en el futuro. Algunos ejemplos los encontramos cuando confían en desconocidos que han conocido en la Red, exponen su información privada al contar detalles sobre su familia, colegio o ubicación, o incluso envían fotografías.
  • Problemas técnicos o infección de los dispositivos familiares, así como divulgación no deseada de contenido privado de otros miembros de la familia, debido a una ineficiente o nula configuración de los dispositivos, como por ejemplo, falta de antivirus, uso de contraseñas débiles o una configuración de privacidad inexistente o laxa.

Mediación Parental para niños y niñas de 0 a 5 años

Mediación Parental para niños y niñas de 0 a 5 años

¿Cuánto tiempo pueden usar Internet? ¿Cómo les ayudamos?

Ante esta situación es necesario que realicemos un planteamiento digital a nivel familiar, reflexionando sobre el objetivo de uso de la tecnología y el beneficio que conlleva para el ocio o aprendizaje del menor.

Para ello, podemos seguir una serie de pautas que permitan que los menores aprendan hábitos saludables con respecto a la tecnología:

  • Evitar el uso de dispositivos y pantallas durante la primera etapa de la infancia , especialmente en la franja de 0 a 2 años.
  • Establecer un tiempo máximo de una hora para los menores con edades comprendidas entre los 3 y 5 años, procurando que accedan a contenido positivo adaptado a la edad del menor.
  • Promover la paciencia y el autocontrol. Utilizar los dispositivos para calmar al menor puede reforzar conductas negativas. Además, se debe prescindir de su uso en situaciones como las comidas, periodos de descanso o durante las reuniones sociales.
  • Usar herramientas de control parental y realizar una configuración correcta de dispositivos de uso infantil y de los perfiles de usuario en dispositivos de adultos, con el fin de evitar que pueda navegar sin supervisión por buscadores o redes sociales. Además de filtrar los contenidos que se visualizan, resulta recomendable desactivar la reproducción automática. Se trata de una tarea que debemos llevar a cabo de manera que el menor aprenda progresivamente a identificar contenidos adecuados por sí mismo.
  • Realizar un acompañamiento en Internet y ser su mejor ejemplo. Nos permitirá conversar con el menor sobre lo que vemos en Internet mientras les prevenimos de posibles riesgos, mostrándoles cómo realizar un uso responsable, fomentando la privacidad y la protección de los dispositivos.
  • Comenzar a desarrollar su pensamiento crítico, exponiendo las estrategias comerciales que usan publicistas e influencers para generar anuncios, así como explicando al menor en qué consiste la la ingeniería social y que técnicas utilizan los ciberdelincuentes para que sea efectiva, siempre con un lenguaje adecuado a su edad.

Un cometido importante por parte de padres y madres es acompañar y supervisar a sus hijos e hijas en los primeros pasos que realicen con la tecnología y los dispositivos electrónicos. Para ello, podemos introducir esta tarea como una más en nuestra rutina diaria porque es un aspecto más de su educación. Llevando a cabo este compromiso dentro de un ambiente más o menos controlado, podremos detectar problemas y vulnerabilidades de forma temprana, y con ello mitigar y corregir los posibles efectos en los menores.

Recuerda que siempre que tengas dudas sobre los riesgos de Internet, puedes ponerte en contacto con la Línea de Ayuda en Ciberseguridad de INCIBE, 017, donde un equipo de profesionales te atenderá de forma gratuita y confidencial.