El Lazarillo y sus fortunas y adversidades con la ingeniería social
Publicado el 27/04/2017, por
INCIBE (INCIBE)
Andábame yo en cierta ocasión por la ciudad de Salamanca por motivos de negocios, sepa Vuestra Merced, caminando despacio y un poco atolondrado. Iba yo atendendo a las epístolas corporativas de mi móvil, cuando choqué y atropellé un animal de piedra, que tiene forma de toro. Dime tal calabazada contra el toro, que durame aún el dolor de la cornada. Y más aún la de los cuartos que me dejé comprando otro aparato y re-faciendo todos los menesteres y negocios que había en él por mi tozudez de no tomar precaución de facer copia de seguridad de ello.
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